En el mundo hay días curiosos y hoy es uno de ellos, 20 de agosto, Día Mundial de la Papa Frita y se celebra en varias partes del mundo.
Se trata de una efeméride que celebra al invento culinario que se originó en Francia (y Bélgica), por eso se le conoce como papa a la “francesa” pero hoy, es adaptado a la cocina propia de cada región del mundo.
La papa es un tubérculo que se puede comer de diversas maneras, con muchos acompañamientos y aderezos, y su versión frita (que también cuenta con muchas reversiones) es una de las recetas más famosas y adoradas por los comensales del mundo.
La papa se cosechó por primera vez hace 7000 años en América del Sur y era muy popular entre los habitantes de la región. Los países pioneros en cultivarla fueron Bolivia y Perú, donde se descubrieron todas sus variantes hasta que se convirtió en un alimento básico para muchas otras regiones.
Sin embargo, la papa frita en su forma más conocida en el mundo occidental, a bastones, surgió en Europa, lugar al que este alimento llegó luego de la conquista de América.
En Europa, el tubérculo también era popular, pero a finales del siglo XVIII en Pont Neuf (París) un grupo de vendedores ambulantes empezó a cortarlo en forma de bastones y a cocinar en sartenes calentadas por braseros, y le dieron origen a la papa frita.
¿Por qué se celebra el 20 de agosto? La realidad es que es un dato hasta ahora desconocido, aunque es el pretexto perfecto para preparar unas o comprarlas en el ‘puestito’ de la esquina y compartir con tu familia, pareja o amigos. O todos juntos, ¿por qué no? Para ‘celebrar’ una de las tantas formas en las que se pueden preparar las papas.
Receta corta y fácil para unas buenas papas fritas
Ingredientes
4 papas medianas, sin cáscara y rebanadas (Aunque con cascara también son deliciosas)
3 cucharadas de sal
1 litro de aceite para freír
1 pizca de hierbas de su preferencia y si quiere paprika
Preparación
1 Corta las papas al espesor deseado y colócalas en un recipiente con agua fría. Escurre el agua, enjuaga las papas y vuelvelas a sumergir en agua. Ahora agrega la sal.
2 Permite que las papas se remojen en el agua salada durante por lo menos 30 minutos. Escurre el agua y enjuaga de nuevo. Adiciona los aderezos de tu gusto
3 Calienta el aceite en un sartén profundo. Fríe las papas en pequeñas porciones. Retira del aceite una vez que comiencen a dorarse y escurre sobre toallas de papel. Repite el procedimiento hasta que hayas frito todas las papas. Agrega más sal si lo deseas.