Apagar el wifi cuando no se está en casa no solo contribuye al ahorro de energía, sino que también ofrece importantes beneficios en términos de seguridad y rendimiento del dispositivo. Estas prácticas pueden ser esenciales para proteger la red y mejorar su funcionamiento.
La seguridad es una de las principales razones para desconectar el wifi. Apagar el router reduce el riesgo de ataques cibernéticos, ya que se elimina un posible punto de entrada para hackers y virus. Además, protege la privacidad de los usuarios al limitar la exposición de datos personales y dispositivos conectados a la red.
En términos de bienestar digital, apagar el wifi por la noche puede mejorar la calidad del sueño al reducir las emisiones de radiofrecuencia, que pueden interferir con el descanso. También se optimiza el rendimiento de la red, ya que al desconectar dispositivos no utilizados, se libera ancho de banda, mejorando la velocidad y estabilidad de la conexión. Además, esto puede prolongar la vida útil del router al reducir su tiempo de funcionamiento.
Para maximizar estos beneficios, es fundamental ubicar el router en una posición estratégica dentro del hogar, utilizar contraseñas seguras, y controlar los dispositivos conectados a la red. Evitar lugares con interferencias y zonas muertas puede mejorar significativamente el rendimiento y la seguridad del wifi.