La renuncia de Ariel Henry, el Primer Ministro de Haití, marca un punto importante en medio de la creciente violencia y la situación política en el país. ¿Qué futuro le espera a Haití tras esta decisión?
Ante la crisis de gobernabilidad y violencia de bandas en el país, El primer ministro de Haití, Ariel Henry, anunció a la Comunidad del Caribe (Caricom) que acepta su renuncia. La dimisión se producirá tras el establecimiento de un consejo presidencial de transición y el nombramiento de un primer ministro interino, según informó Irfaan Ali, el presidente de turno de Caricom.
La decisión se tomó luego de una reunión en Jamaica con representantes de Estados Unidos, Francia y la ONU. Henry, quien permanece en Puerto Rico debido a la escalada de violencia en Haití, confirmó su renuncia en una conversación telefónica con el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken. Mientras tanto, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, advirtió sobre posibles medidas para mantener la seguridad nacional ante la inestabilidad en Haití.
La renuncia del primer ministro marca un punto de inflexión en la actual situación de Haití, pero también resalta la urgencia de una acción coordinada y rápida tanto a nivel nacional como internacional para abordar la inestabilidad política y la violencia en el país caribeño. Mientras la comunidad internacional busca una solución liderada por los propios haitianos, la población de Haití espera con ansias un futuro más estable y seguro.