El mandatario local les informó que no recibirán apoyo para reconstruir sus viviendas porque no fueron víctimas de un fenómeno natural, sino de un accidente que terminó en un voraz incendio que consumió tres viviendas.
Las familias que lo perdieron todo en un incendio en este municipio del norte tolimense, atraviesan uno de los momentos más difíciles de sus vidas, luego de que el pasado 18 de enero lo perdieran todo en una conflagración que los sacó de sus casas con lo que tenían puesto para ponerse a salvo y las llamas acabaran con absolutamente todo lo que encontraron a su paso.
Estas familias, por lo menos 4, no tuvieron oportunidad de sacar ninguna de sus pertenencias, porque las llamas no les dieron tiempo y más de 8 días después de ocurrido el siniestro la Administración Municipal les informó que la única ayuda que recibirán, serán tres meses de subsidios de arriendo porque la Gobernación del Tolima no puede apoyar auxilios de vivienda por un hecho que no obedece a fenómenos naturales.
Todas las familias afectadas, 17 personas en total, recibieron apoyos del hospital San Vicente de Paul que lideró una recolección de ayudas para los damnificados con las que recibieron ropa, mercado, zapatos, elementos de aseo y comidas para las mascotas afectadas.
“Nos hicieron una donatón y nos entregaron ayudas de los comerciantes, mercados y hasta un dinero, de a un millón de pesos para cada familia, pero nosotros lo perdimos todo. Como podemos comenzar si se nos quemó todo lo del negocio no nos quedó nada”, señaló una de las afectadas.
Entre estas familias se encontraba una humilde familia que estaba a muy pocos días de celebrar los 15 años de su hija a quien se le quemó el vestido, los zapatos y hasta el anillo que le habían comprado para la fiesta y aunque su mamá se dedica a la confección se le quemaron todas las máquinas de coser con las que obtenía sus ingresos.
“Le pedimos ayuda a la Gobernación, que por favor nos ayuden con elementos para reconstruir las casas, que podamos volver a comenzar porque ya somos ancianos, mi esposo también es de la tercera edad como vamos a empezar de nuevo”, indicó la mujer, que pide a la Gobernadora, Adriana Magaly Matiz que replantee la decisión y les brinde una mano amiga.