Según el documento legal, Yuly Porras no sería una persona humana, sino un holograma, y, en consecuencia, su aspiración a la gobernación debería ser invalidada.
La noticia salió a la luz después de que una mujer presentara la acción de tutela ante un juzgado en Ibagué, alegando que la candidata Porras tendría implantados dos microchips en su cerebro. Esta situación ha generado desconcierto en el ámbito político y ha suscitado un debate sobre los límites de las estrategias de desprestigio en pleno periodo electoral.
Yuly Porras, en respuesta a la acción de tutela, expresó su asombro y señaló que la persona que ha interpuesto esta acción ya ha utilizado este tipo de estrategias con otros cuatro candidatos en el país.
«Muy desconcertada, pero es el tiempo electoral, de la guerra sucia en las campañas. Nos notifican de una tutela que no valida nuestra inscripción y le compulsan copias al partido, y se reían (en el partido), porque decía que yo no soy una persona humana, sino soy un holograma», expresó la candidata.
Por su parte, el abogado Fabián Rodríguez, quien representa a Yuly Porras, considera que esta acción de tutela constituye un intento de ataque a la campaña de la candidata, con el claro propósito de anular su inscripción en la contienda electoral. La acción de tutela presentada por la señora Daisy Milena Gómez Otálvaro ha involucrado a un órgano judicial en un debate que se centra en la legitimidad de la candidatura de Yuly Porras.