La controversia legal entre la cadena colombiana Frisby y la compañía española Frisby España SL continúa generando repercusiones en el sector empresarial y legal, llevando a la firma española a tomar la decisión de detener temporalmente su plan de expansión en España.
La disputa se originó cuando Frisby S.A. BIC, la marca original colombiana, registró su logotipo y nombre ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) en 2005, sin que en ese momento hubiera presencia física de la marca en Europa. Sin embargo, tras casi 20 años sin operar en el continente, en febrero de 2025, un grupo de empresarios en Bilbao fundó Frisby España SL, empresa que no mantiene vínculo oficial con la compañía colombiana.
Basándose en la normativa de la UE que permite solicitar la nulidad de registros por «falta de uso efectivo y serio» en los últimos cinco años, Frisby España SL solicitó la revocación del registro de la marca colombiana y simultáneamente registró su propia denominación y logo. Este movimiento generó una fuerte reacción en Colombia, donde el público y las redes sociales expresaron apoyo a la marca original, defendiendo su identidad y patrimonio.
En respuesta a la situación legal, Frisby España SL anunció la suspensión temporal de su programa de franquicias en España. La decisión, según explicaron en un comunicado oficial, busca proteger a futuros socios y mantener la reputación de la marca en territorio español, ante los intereses y solicitudes de potenciales franquiciados que habían mostrado interés en colaborar con la firma.
Este conflicto ha puesto en alerta tanto al sector legal como al empresarial, debido a los posibles efectos sobre la proyección internacional de Frisby, una de las marcas más reconocidas en Colombia en el segmento de pollo frito. La disputa continúa en curso, dejando en suspenso los planes de expansión en Europa y generando incertidumbre sobre el futuro de la marca en la región.