El Santo Padre acompañó hasta el último momento las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa en Ciudad del Vaticano.
Jorge Mario Bergoglio, quien asumió la representación máxima de la iglesia católica en el mundo desde el 13 de marzo de 2013 como el Papa Francisco, falleció a las 7:35 a.m. a sus 88 años de vida.
El pontífice, nacido el 17 de diciembre de 1936 en la ciudad de Buenos Aires Argentina, venía padeciendo varias complicaciones relacionadas con un cuadro de neumonía, mismo que lo mantuvo hospitalizado por 37 días en un centro asistencial en la capital italiana.
En la memoria lideres mundiales, creyentes e integrantes del catolicismo, queda la imagen de un líder religioso humilde y lleno de bondad, polémico en ocasiones por sus apreciaciones en temas como el aborto y el matrimonio gay.
Fue precisamente la humildad que lo caracterizó desde siempre, que lo llevó a mantener su morada como máximo jerarca y sucesor de San Pedro en las residencias de Santa Martha, a la cual llegó para el desarrollo del cónclave que finalmente lo eligió como Santo Padre, mismo lugar desde el cual ‘retorno a la casa del padre’.
Inconfundible su pasión por el fútbol, siendo uno de los hinchas más representativos del san Lorenzo de Almagro de Argentina.
En la memoria del mundo queda la imagen de un Papa Francisco, que, sin importar su condición de salud, participó en las ceremonias del Domingo de Resurrección, saludo a los asistentes en la Plaza de san Pedro desde el ‘papamóvil’, incluso una de las últimas visitas que recibió horas antes de su deceso, fue la del vicepresidente de Estado de los Estados Unidos.