El inicio del año 2025 ha comenzado con un fuerte movimiento social en Colombia, marcado por el paro nacional de camioneros anunciado por el gremio de transportadores. La protesta está programada para comenzar a la medianoche del lunes 6 de enero y tiene como principal argumento el presunto incumplimiento de un acuerdo nacional por parte del Gobierno de Gustavo Petro, que afecta directamente a la estabilidad económica del sector.
El presidente de la Asamblea Nacional del Transporte, Alejandro Quiroga, aclaró que no todos los transportadores están en paro, sino un sector específico de empresarios. Sin embargo, las razones detrás de esta decisión son contundentes: el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que ha generado un déficit significativo debido a los incrementos en el precio del diésel, ha llevado al gremio a tomar medidas drásticas. Según el Ministerio de Hacienda, el diésel representó el 62,6% del déficit acumulado por el fondo entre 2022 y 2023.
Los transportadores han manifestado su oposición al aumento del precio del diésel, fundamental para el transporte de carga, y acusan al Gobierno de no cumplir con el compromiso de revisar la fórmula de precios. Alfonso Medrano, presidente de la Asociación de Camioneros de Colombia, expresó su descontento con la intención del Gobierno de equiparar el precio del combustible con el valor internacional, argumentando que esto no es viable para quienes reciben ingresos en pesos.
A pesar de un acuerdo alcanzado en 2024 tras un paro nacional anterior, los rumores de nuevos incrementos han reavivado las tensiones. Con ajustes ya implementados en el precio del Acpm y la gasolina, los camioneros consideran que la situación económica del sector se agrava. Ante esta crisis, la posibilidad de que el paro se extienda a más regiones y afecte los planes de vacaciones de muchos colombianos se mantiene latente.