Las mujeres llegaron a un acuerdo con el Secretario de Gobierno y podrán continuar con sus ventas informales.
Luego de conocerse que iban a ser desalojadas las vendedoras de tinto que se ubicaban frente a la Alcaldía de Ibagué, las mujeres dialogaron con el secretario de Gobierno de la ciudad, Edward Amaya Márquez, con quien llegaron a diferentes acuerdos.
“Ellas vinieron a hablar conmigo y yo, entendiendo su situación, les dije que empezáramos por recogerlos, que me quitaran las sillas, no pueden utilizar eso como si fuera una cafetería y que recogieran las sombrillas, no pueden tener las sombrillas a menos que estuviera lloviendo. Lo han hecho, digamos, el 90 % de ellas ha acatado esa petición inicial”, dijo Edward Amaya Márquez.
Según el Secretario de Gobierno, “eso lo hacemos en el entendido de que la señora Alcaldesa nos ha expresado que debemos llegar a acuerdos con las personas que trabajan, que están tratando de sacar sus familias adelante. Por un lado, está el derecho que tienen las personas al espacio, pero por el otro también el derecho innegable que tienen las otras personas a sobrevivir y lo están haciendo de manera digna y de manera legal. Entonces ese es un ejemplo de lo que podríamos hacer también ahí en otros sectores de la ciudad”.
Por su parte, el director de Espacio Público de la ciudad, Jhon Ferley Amaya Rivera, recordó que la ocupación del centro de la capital tolimense es muy grande y en la Plaza de Bolívar, en el acto administrativo 718 de 2006, se prohibió toda clase de comercio informal en este sector.
“Sin embargo, si bien es cierto, es un acto administrativo que está en firme y aún está vigente, también es cierto que la realidad socioeconómica del país ha cambiado y se ha, digamos, transformado bastante en los últimos tiempos. La realidad socioeconómica de los ibaguereños no es la misma de hace aproximadamente 20 años”, dijo.
Y añadió: “entonces de la mano también de los líderes del comercio informal y de las asociaciones, vamos a trabajar para organizarlos, para respetar el mínimo vital, el derecho al trabajo, pero también para garantizar el derecho al espacio público de una capital de más de 600.000 habitantes”.
Así las cosas, las mujeres podrán continuar en este lugar bajo diferentes condiciones como no abrir sus sombrillas, no extender las sillas y ubicarse a un costado de la carrera Tercera.