El helicóptero, adscrito a la División de Aviación y Asalto Aéreo del Ejército Nacional, se dirigía a abastecer a las tropas de la Fuerza de Tarea Marte en el municipio de Arenal. Sin embargo, nunca llegó a su destino. Testigos presenciales relatan el momento del impacto y los esfuerzos por rescatar a los ocupantes, en medio de condiciones climáticas adversas.
Entre los fallecidos se encuentran destacados miembros de la Fuerza Pública, incluyendo al teniente coronel Jesús David Carvajal Rangel y al mayor Edward Andrey Rodríguez. La tragedia ha conmocionado al país y ha llevado al presidente Gustavo Petro a expresar sus condolencias a través de las redes sociales.
Sin embargo, detrás de esta tragedia se encuentra una preocupación previamente planteada sobre el estado de la flota de helicópteros MI-17. Desde el 2022 se había advertido sobre la necesidad urgente de mantenimiento para estas aeronaves, que datan de adquisiciones entre 1996 y 2009.
El Ministerio de Defensa había suspendido unilateralmente el contrato de mantenimiento con la empresa NASC S.A., alegando preocupaciones por la seguridad de los helicópteros, especialmente en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania. A pesar de ofrecimientos de la Embajada de Rusia para realizar reparaciones en Colombia, el gobierno ha mantenido su posición.
La tragedia del helicóptero MI-17 ha avivado el debate sobre la necesidad de garantizar el adecuado mantenimiento de las aeronaves militares del país y ha generado interrogantes sobre las decisiones políticas en torno a este tema. En medio del luto por las vidas perdidas, queda un llamado urgente a la acción para prevenir futuras tragedias.