Estas obras literarias marcan una representatividad en la literatura colombiana.
Este 23 de abril se celebra el día del idioma, una fecha en la que los hispanohablantes rinden de alguna manera homenaje al padre de la lengua castellana Miguel de Cervantes Saavedra, por lo que en un día como hoy traemos tres recomendaciones literarias de autores colombianos.
Que viva la música
De la autoría del caleño Andrés Caicedo y publicada en 1977, este libro refleja por parte de su autor la historia de María del Carmen Huertas, una joven de 19 años inmersa en la convulsionada vida caleña de la época, qué busca salir de la rutina por medio del baile, la música, las drogas y el sexo.
Este libro salió publicado como homenaje póstumo a Caicedo, luego que se terminara con su vida a los 25 años, cumpliendo con su promesa de no vivir más allá de los 30 años de edad.
Vivir para contarla
Las letras de Gabriel García Márquez, se conjugaron en esta hora literaria autobiográfica que vio la luz en el año 2002, siendo para muchos la radiografía vivida, de esas vivencias de infancia del autor que con el paso de los años dieron vida por medio del realismo mágico, al increíble mundo de 100 años de soledad.
García Márquez, muestra en estas páginas parte de su ser humano y cómo sus experiencias de vida, marcaron su obra literaria.
Esperanza tras las rejas, crónica de una mujer condenada al olvido
John Fáber Lastra, este autor ibaguereño, en el año 2007 lanzó una de sus obras más representativas, esperanza tras las rejas, crónica de una mujer condenada al olvido.
En sus páginas muestra la realidad de una Colombia que para la época estaba marcada por el conflicto, mismo que permitía gestar varias de las problemáticas sociales más delicadas como lo son la drogadicción, el secuestro y la violación.
En sus tres primeros trabajos literarios, Lastra deja ver su inclinación hacia el género narrativo y de novela, mismo que lo ha caracterizado en su carrera profesional durante los últimos años.
En este día del idioma, te invitamos desde La Voz del Pueblo a tomar un libro y leer algunas cuantas de sus páginas.