Ante las altas temperaturas y la escasez de lluvia en Emiratos Árabes, el país ha implementado una innovadora estrategia utilizando drones para inducir precipitaciones en su árido territorio. ¿Funciona realmente esta tecnología de vanguardia?
Emiratos Árabes, conocido por sus ciudades sometidas a altas temperaturas y clima desértico, ha adoptado una técnica pionera para combatir la sequía: la «siembra de nubes» mediante drones. Este método, desarrollado por científicos de la Universidad de Reading en el Reino Unido, busca aprovechar el agua disponible en las nubes para aliviar el calor abrasador que azota la región.
Los drones, equipados con tecnología que genera descargas eléctricas, son enviados al cielo para agrupar gotas de lluvia y desencadenar precipitaciones artificiales. Según informes de National Geographic, este enfoque es menos intrusivo y prescinde del uso de productos químicos.
Los drones utilizados tienen una envergadura de aproximadamente 2 metros y están equipados con sensores para medir parámetros como temperatura, humedad y carga eléctrica de las nubes. Esta tecnología ha sido probada por el Centro Nacional de Meteorología de Emiratos Árabes Unidos.
Aunque algunas personas han compartido su asombro al presenciar la lluvia en Dubai, el país no se detiene en esta única estrategia. Otra iniciativa consiste en la dispersión de sal en las nubes para aumentar la formación de gotas de agua.
Para financiar estos proyectos, el Gobierno emiratí destina un presupuesto considerable de 18 millones de dólares, evidenciando su compromiso en abordar el desafío de la escasez de lluvias en la región.
La utilización de drones para generar lluvia en Emiratos Árabes refleja un esfuerzo significativo por parte del país para hacer frente a la falta de precipitaciones en un entorno desértico. A medida que la tecnología avanza, queda por determinar si estas iniciativas serán efectivas a largo plazo para aliviar las condiciones climáticas extremas que caracterizan a la región.