La tensión entre Estados Unidos, Israel e Irán aumenta tras un ataque iraní contra Israel. Mientras Washington anuncia nuevas sanciones contra Teherán, Netanyahu y su Gabinete de Guerra debaten el alcance de una posible respuesta militar.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin III, dialogó con su homólogo israelí, Yoav Gallant, sobre la posición de la Casa Blanca ante un posible ataque militar de Israel a Irán. Biden advirtió a Netanyahu sobre las consecuencias de una réplica militar, argumentando que podría desencadenar un conflicto en Medio Oriente y romper alianzas estratégicas con países árabes como Jordania y Arabia Saudita.
A pesar de las advertencias, Netanyahu y su Gabinete de Guerra, junto con el ministro Gallant y el general Benny Gantz, continúan considerando una ofensiva militar contra Teherán como la mejor opción de respuesta al ataque iraní. La decisión se centrará en la dimensión de los objetivos a destruir y en asegurar el apoyo de Estados Unidos.
La estrategia de sanciones de Estados Unidos cuenta con el respaldo del Grupo de los 7, pero estos países se oponen a una réplica militar de Israel. Temen que desencadene una guerra total en Medio Oriente, involucrando a Irán y sus aliados como el Líbano, Siria y Yemen.
La decisión de Netanyahu y su Gabinete podría desencadenar un conflicto con múltiples frentes abiertos en la región. Israel necesitará el apoyo de Estados Unidos y el G7 para contener posibles ataques desde otros países como Siria, Irak y Yemen.
La decisión de Israel respecto a una posible acción militar tendrá repercusiones significativas en la región y requerirá una cuidadosa consideración de todas las partes involucradas.