Un sismo de magnitud superior a 7 sacudió Taiwán hace unas horas, cobrando la vida de al menos nueve personas y dejando a más de 800 heridas. El temblor provocó daños significativos en edificios y desencadenó breves alertas de tsunami en la región del este de Asia, que finalmente fueron descartadas.
El condado de Hualien, cerca del epicentro en el este de la isla, fue el área más afectada, con todos los fallecimientos y cientos de heridos, según informaron las autoridades. Testimonios locales describieron escenas de caos y destrucción, con edificios inclinados peligrosamente y estructuras colapsadas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) registró una magnitud de aproximadamente 7,4 para el terremoto. El epicentro se localizó cerca de Hualien, a una profundidad superficial, lo que intensificó su impacto en toda la isla.
Taiwán, que enfrenta su terremoto más potente en 25 años, movilizó rápidamente recursos de rescate y asistencia. La presidenta Tsai Ing-wen instó a la coordinación entre agencias para afrontar la emergencia.
Las repercusiones del sismo se sintieron en toda la región. Afortunadamente, estas alertas se levantaron poco después y no se reportaron víctimas en regiones como Japón.
El terremoto en Taiwán deja un saldo trágico y resalta la importancia de la preparación ante desastres naturales en la región. A medida que continúan las labores de rescate y recuperación, la comunidad internacional ofrece su apoyo y solidaridad a los afectados por este desastre.