La mujer vive con un papá, un adulto mayor de 85 años y su hermana que tiene una condición de discapacidad.
Los uniformados del Cuadrante 24 de la Estación Norte, conformado por el subintendente Jairo Suárez y el Patrullero Andrés Claros, conocieron la historia de Karina Arias Medina, y con apoyo de varios tenderos, le consiguieron comida no perecedera para que tuviera durante estos días y se la entregaron en esta Semana Santa.
Los uniformados conocieron la historia de la mujer de 54 años de edad, una noche en medio de la lluvia en la avenida Pedro Tafur, en el semáforo del barrio Palermo, cuando se disponían a cubrirse con los impermeables institucionales.
Según los policías, bastaron cinco minutos en el lugar, cuando observaron a una señora sentada bajo un árbol, en una banca de plástico, con uno de sus codos encima de una cava de icopor, tratando de cubrirse de la lluvia.
El subintendente Suárez, fijó su mirada hacia donde la señora, algo le decía que ella necesitaba de su ayuda, sin importar la lluvia, cruzó la calle, y se acercó a donde ella. “Hola, mi señora, buenas noches, ¿le puedo servir en algo?”. Según relataron los policías, la señora lo miró, soltó el llanto.
Los uniformados conocieron así a Karina Arias Medina, de 53 años, quien lleva 15 trabajando como vendedora informal en las calles de Ibagué. Es la mayor de los hermanos, y responde económicamente por su padre, un adulto mayor de 85 años, y por su hermana, que tiene 50 años con una condición de discapacidad. Así es, ella debe velar por el cuidado y manutención de su familia.

La señora Karina, les contó a los dos policías su historia, quienes aseguraron que se les puso la piel de gallina después escuchar y ver la necesidad de esta mujer y su familia, decidieron emprender la misión más importante para ellos, buscar en medio del caos, la empatía social y encontrar la forma de ayudar de alguna manera a quien más los necesitaba en ese momento.
Al día siguiente, los policías iniciaron turno a las 7:00 de la mañana, e iniciaron la tarea de hablar con los tenderos y comerciantes del Cuadrante 24, con el objetivo de realizar la gestión comunitaria pertinente para lograr reunir alimentos no perecederos, y poder entregárselos a la señora Karina y su familia.
Pasaron varios días y en cada turno, los dos policías iban de puerta en puerta, entregando un testimonio de fe, con la convicción de generar en la comunidad, la empatía suficiente que les permitiera ayudar de la mejor manera a esta valerosa mujer. Tras varios días de gestión, y con la ayuda de más de 10 tenderos, lograron completar tres cajas de alimentos no perecederos.
“Gracias a todos los que nos escucharon, a los que decidieron aportar a esta bonita causa. No importó la cantidad, si era una libra de arroz o un bulto. Importaba la intención y el amor que profesemos por el prójimo”, señaló el patrullero Claros, cuando acomodaba el mercado en el vehículo, minutos antes de ir a entregárselo a la señora Karina.
Además, recordó el pasaje bíblico de Mateo 25-35, con el cual se animaron a conseguir los alimentos: “Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a mí”.
El mercado fue entregado el Domingo de Ramos, por parte el subintendente Jairo Suárez y el Patrullero Andrés Claros. Llegaron hasta el semáforo de Palermo y sorprendieron a la señora Karina.