El caso de intolerancia se dió mientras se jugaba el partido válido por la fecha 12 entre “vallunos” y “Boyacenses”.
El enfrentamiento entre Deportivo Cali y Patriotas por la fecha 12 del campeonato se vio empañado por disturbios en las tribunas, lo que llevó a la suspensión temporal del juego. La controversia estalló cuando el VAR invalidó un gol del equipo verde, lo que ocasionó la ira de algunos seguidores que intentaron ingresar al campo para enfrentar a jugadores y árbitros.
El presidente de Patriotas, César Guzmán, dio detalles alarmantes sobre la situación en una entrevista previa al partido entre Alianza y América de Cali, donde aseguró que hay amenazas de muerte dirigidas incluso a directivos, junto con la invasión a la sede del Deportivo Cali y disturbios que dejaron heridos en las gradas.
«Un partido donde han surgido amenazas, amenazas de muerte, incluso en contra de directivos y contra funcionarios del Deportivo Cali. Entraron a la sede de ese equipo y varios vándalos ingresaron a la cancha. Hubo disturbios y heridos en la tribuna», aseguró.
En medio de la crisis, Guzmán lamentó que en lugar de hablar sobre fútbol, se esté sumergido en un caos preocupante para la industria deportiva y para la liga en general. «Hoy no existían garantías para poder continuar y no existen garantías para una clase de equipos. Al menos para los Patriotas. No existen garantías para competir en esta liga», dijo.