La Semana Santa está próxima y es que ayer 14 de febrero le dimos inicio a la cuaresma, que va desde el miércoles 14 de febrero hasta el jueves 28 de marzo siendo el momento de preparación para poder llegar puros interiormente a la Semana Santa con una especie de prácticas importantes.
La Semana Santa para este 2024, se llevará a cabo desde el domingo de Ramos, 24 de marzo, hasta el 1 de abril, lunes de Pascua.
¿Qué se realiza cada día de Semana Santa?
Es importante mencionar que, aunque todos los días de esa semana son relevantes, es el Jueves santo el que marca el inicio del Triduo Pascual, comprendiendo la institución de la Eucaristía en la última cena, la conmemoración de la crucifixión y muerte de Jesús el Viernes Santo, y culminando con la Vigilia Pascual en la noche del Sábado santo, siendo estos los tres días más significativos de todo el evento religioso.
¿Qué se celebra cada día de la Semana Santa?
- Domingo de ramos: conmemora el inicio de la Semana Santa y el final de la Cuaresma.
- Lunes santo: conmemora el día que Jesús expulsó a los mercaderes del templo de Jerusalén.
- Martes santo: conmemora el día que Jesús anticipó la traición de uno de sus discípulos.
- Miércoles santo: conmemora la traición de Judas.
- Jueves santo: conmemora la última cena de Jesús con los discípulos.
- Viernes santo: conmemora la pasión de Cristo, su crucifixión y muerte.
- Sábado santo: conmemora el día después de la muerte de Jesús y espera su resurrección, la Vigilia Pascual.
- Domingo de resurrección: Conmemora la resurrección de Jesús.
¿Qué hacer en la cuaresma?
Ayuno: No solo de comida y bebida, sino también del egoísmo, vanidad, orgullo, odio, pereza, murmuraciones, malos deseos, venganza, impureza, ira, envidia, rencor, injusticia, insensibilidad ante las miserias y necesidades del prójimo.
- Limosna: No solo material, sino prestar ayuda a quien la necesita, enseñar al que no sabe, dar un buen consejo a quien lo pide, compartir alegrías, repartir sonrisa, ofrecer el perdón a quien nos ha ofendido.
- Oración: Sin oración, tanto el ayuno como la limosna no se sostendrían; caerían por su propio peso. En la oración, Dios va cambiando el corazón, lo hace más limpio,