Será mejor que comience a tomar acciones para no ver repercusiones negativas en su salud física y mental.
Aunque son muchos los factores que pueden detonar el estrés, uno de los más peligrosos son las deudas, las cuales, no solo le quitan el sueño a las personas, sino que pueden llevar a afectaciones que van desde el plano físico al psicológico, a eso le llamamos estrés financiero.
Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros de México (Condusef) «el estrés financiero es definido como la angustia, la ansiedad y la presión ante una situación económica llena de incertidumbre que roba energía y tiempo», por lo cual, suele ser detonado por las deudas, las cuales a su vez, pueden provocar un sinfín de malestares.
¿Qué afectaciones físicas tiene el estrés financiero?
De acuerdo con una investigación reciente publicada en la revista Brain, Behavior and Immunity, el estrés financiero se asocia con una mayor variedad de perfiles de salud riesgosos a largo plazo, los cuales incluyen afectaciones como el envejecimiento prematuro y cambios hormonales que aumentan la respiración, la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
De acuerdo con el enunciado estudio donde se analizó a casi 5,000 adultos mayores de 50 años, el hecho de permanecer en un estado elevado de estrés financiero puede llevar a una activación inmunológica crónica, algo que puede empeorar las enfermedades físicas y mentales.
Así afecta a tu mente el estrés financiero
Cabe mencionar que, aunado a lo anterior, diversos estudios han arrojado que el estrés financiero afecta a nivel mental a las personas, quienes incluso pueden llegar a desarrollar padecimientos como ansiedad y depresión al no poder saldar sus deudas o vivir siempre con recursos justos.
En este sentido, el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) acota que, el estrés puede llegar a producir insomnio, depresión, problemas cardiovasculares e intestinales, así como problemas de concentración, productividad e incluso reproductivos.