A pesar de la orden del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, de repatriar a presos colombianos, el Ministerio de Justicia colombiano ha objetado este plan debido a las condiciones establecidas en el tratado de repatriación entre ambos países.
La situación en Ecuador es tensa debido a una ola de violencia sin precedentes, que incluye motines en cárceles, la toma de un canal de televisión en vivo y la incursión de criminales en instalaciones educativas. El presidente Noboa anunció en diciembre pasado la expulsión de 1.500 reclusos extranjeros, incluidos colombianos, que hayan sido condenados a cinco o más años de prisión por delitos graves.
Sin embargo, el ministro de Justicia colombiano, Néstor Osuna, ha explicado que la repatriación masiva de presos no es posible debido a los trámites establecidos en el tratado bilateral. Según Osuna, el tratado requiere el consentimiento expreso de cada preso colombiano en Ecuador para su repatriación, y no permite que el gobierno tome esta decisión unilateralmente.
El proceso de repatriación de presos desde Ecuador a Colombia es complejo y requiere que cada caso sea evaluado individualmente. Se necesita una declaración escrita del preso dando su consentimiento, además de un mínimo del 50% de la pena cumplida y, en casos de razones humanitarias, condiciones específicas como enfermedades graves, discapacidades severas, edad avanzada o situaciones familiares especiales. El gobierno colombiano enfatiza que el proceso de repatriación debe seguir los procedimientos establecidos en el tratado y que cada caso debe ser evaluado de manera individual, siguiendo estrictos criterios legales y humanitarios.