En solo nueve días, Japón ha sido sacudido por dos fuertes terremotos que han provocado alertas de tsunami. El último, un sismo de magnitud 6, ha impactado el centro de Japón este martes, según la agencia meteorológica del país. A pesar de su intensidad, no se emitió ninguna alerta de tsunami.
Este terremoto ha golpeado la misma área donde otro sismo el día de Año Nuevo dejó más de 200 muertos y causó amplias destrucciones. El sismo del 1 de enero, de magnitud 7,5, devastó partes del centro de Japón, especialmente en la península de Noto en la isla principal de Honshu, mientras los habitantes celebraban el Año Nuevo.
El último balance de las autoridades regionales señala que más de 200 personas murieron y más de 100 siguen desaparecidas a causa del terremoto de Año Nuevo. Además, desde ese día se han registrado más de 1.200 réplicas.
Los rescatistas se enfrentan a desafíos debido a los caminos bloqueados y al mal tiempo para llegar a las aproximadamente 3.500 personas atrapadas en comunidades aisladas. Las intensas nevadas en la zona afectada también están dificultando las tareas de rescate y socorro.
Las autoridades regionales informaron que las víctimas mortales del terremoto de Año Nuevo han aumentado a 202, y el número de desaparecidos se ha reducido a 102. Cerca de 30.000 personas siguen alojadas en refugios gubernamentales, algunas sin suficiente comida, agua y calefacción. Además, unas 60.000 casas están sin agua y 15.600 no tienen electricidad.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha instruido a su gabinete a realizar esfuerzos para resolver el aislamiento de las comunidades afectadas y continuar las actividades de rescate. También ha ordenado evacuaciones a otras regiones lejanas de la zona afectada por el terremoto.