Kamila Pérez, representante legal de la Fundación Chaparral Diversa LGTBI, señala que la justicia actúa poco contra los agresores de personas homosexuales.
A lo largo de los años, el municipio de Chaparral ha sido escenario de varios delitos contra la comunidad LGTBI.
Esta región, históricamente ocupada por la extinta guerrilla de las FARC y hoy conocida como sus disidencias, ha sido testigo de una violencia en la que las diversidades sexuales se han visto afectadas por el conflicto armado en el sur del Tolima.
Kamila Pérez, representante legal de la Fundación Chaparral Diversa LGTBI, mencionó que aunque la seguridad ha mejorado, aún persisten carencias de garantías para combatir la violencia contra personas homosexuales.
«Ha sido muy difícil asegurar el acceso a la justicia para poder llevar a los agresores ante la justicia y garantizar nuestra protección», expresó Kamila.
Asimismo, destacó que la comunidad ha estado abogando por garantías reales para evitar más violencia basada en estereotipos y prejuicios hacia lesbianas, gays, transexuales y otras identidades en el sur del Tolima.
Por último, se resalta el trabajo llevado a cabo por la administración municipal y la gobernación del Tolima en la promoción de formación artística, educativa y cultural para eliminar la estigmatización de la comunidad LGTBI.