Coliseos sin terminar, escenarios sin iluminación y en obra gris, piscinas sin agua y deportistas sentados en sillas plásticas Rimax es el panorama que se vive este fin de semana de inauguración de los Juegos Deportivos Nacionales que tienen como sede principal
Entre estos se encuentran, por ejemplo, las canchas de tenis de campo de Pereira, con solo un 21% de su construcción. En similares circunstancias se encuentra el coliseo mayor Jorge Arango Uribe de Manizales, con ejecución de sus obras de apenas el 24,81 %.
Pero el colmo del incumplimiento y la vergüenza de los escenarios que ni siquiera iniciaron o quedaron a medias se dio en Armenia, en donde la adecuación del coliseo del sur quedó en pañales con un porcentaje de 67, 4 por ciento.
Y aunque el ministerio del deporte manifestó realizar un plan b, para reemplazar las obras que no lleguen a estar listas para las justas, preocupa a la procuraduría la gran inversión de recursos públicos que se realizó, precisamente, para contar con infraestructura de los juegos nacionales en óptimas condiciones.
Pese a todos estos inconvenientes, los juegos dieron inicio desde la semana anterior en Pereira, Manizales y Armenia, dejando en evidencia la inconformidad de los deportistas que allí se dieron cita para celebrar esta fiesta deportiva pese a las dificultades en los escenarios.