En el Día Nacional de la Memoria, Karen Arboleda, residente de la Comuna 13 de Medellín, relata cómo fue reconocida como víctima del conflicto armado después de décadas de silencio y miedo. A pesar de haber vivido desde niña los horrores de la guerra, Karen encontró en la resistencia y en la búsqueda de justicia un camino para transformar su dolor en acción política.

La Operación Orión, que marcó la vida de Karen y su comunidad, la llevó a enfrentar el desplazamiento forzoso y la violencia sistemática. Sin embargo, después de la muerte de sus padres, decidió alzar la voz y convertirse en un símbolo de la lucha por los derechos de las personas trans en Colombia.
Karen, como muchas mujeres trans, se considera una líder natural, ya que la defensa de su identidad se convierte en un acto político en sí mismo. A través del activismo y la solidaridad de su comunidad, Karen encontró el reconocimiento de su condición de víctima y la reivindicación de sus derechos.
A pesar de los avances en la inclusión de la diversidad por parte del Gobierno, Karen señala que aún persisten desafíos en la garantía de derechos y la consecución de justicia para las personas trans. La hermandad entre mujeres trans se convierte en un refugio ante la hostilidad del mundo exterior, donde el Estado no brinda la protección necesaria.
Para Karen, la esperanza reside en seguir luchando junto a sus hermanas, construyendo comunidad y dignificando la vida de quienes más lo necesitan. Su sueño es convertirse en fiscal para poder impulsar el cambio desde dentro del sistema judicial y poner fin a la indiferencia frente a la violencia que afecta a las personas trans en Colombia.
La historia de Karen Arboleda es un testimonio de resiliencia y lucha por la justicia en el contexto del conflicto armado en Colombia. En el Día Nacional de la Memoria, su voz se suma a las de miles de víctimas que, a pesar del dolor, siguen clamando por verdad, justicia y reparación.