El presidente de Colombia, Gustavo Petro, busca acercarse a los líderes empresariales del país en un encuentro que ha etiquetado como un «acuerdo nacional». Sin embargo, la cita programada para la próxima semana en Cartagena ha generado confusión, ya que los empresarios participarán con la idea de sostener un cordial conversatorio, no necesariamente un acuerdo formal.
Petro ha estado promoviendo la idea de un acuerdo nacional, pero sus acciones recientes, incluida la destitución de ministros de otros partidos y la convocatoria selectiva de gobernadores, han sembrado dudas sobre su compromiso real con esta noción. Además, los ataques públicos del presidente a empresarios y medios de comunicación han generado desconcierto sobre su enfoque hacia el sector privado.
La semana pasada, Petro extendió una invitación al expresidente Álvaro Uribe para compartir un café y discutir la reforma a la salud. Uribe finalmente aceptó, a pesar de la oposición de algunos miembros de su partido, el Centro Democrático.
Ahora, Petro planea reunirse con líderes empresariales conocidos como «cacaos», representantes de los principales conglomerados económicos del país. Aunque Petro ha etiquetado el encuentro como un «acuerdo nacional», los empresarios ven la reunión como una oportunidad para un conversatorio informal.
Alejandro Santo Domingo, del Grupo Valorem, figura entre los empresarios que asistirán al encuentro en Cartagena. Para él y otros asistentes, la idea de un acuerdo nacional no tiene fundamento, ya que no se ha discutido ningún texto ni se han establecido compromisos específicos.
El periodista Gustavo Gómez, director del programa ‘6 AM Hoy por hoy’ de Caracol Radio, señaló que la intención del presidente es distanciarse de los líderes gremiales y establecer puentes directos con los empresarios, reconociendo su peso como dueños de negocios.
Los empresarios que se espera que asistan a la reunión incluyen a figuras prominentes como Luis Carlos Sarmiento Angulo y Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez del Grupo Aval, Carlos Julio Ardila de la Organización Ardila Lülle, y otros representantes de importantes conglomerados, como el Grupo Corona, Carvajal, Colombina, Grupo Manuelita, y Alquería.
Aunque no se pudo confirmar la asistencia de representantes de la familia Gilinski, Eduardo Pacheco de Colpatria, ni Miguel Cortés del Grupo Bolívar, la intención es avanzar hacia metas comunes que incluyan el crecimiento social, el proceso de paz y el desarrollo económico. Los empresarios buscan enviar un mensaje de confianza a los colombianos y colaborar en la disminución del desempleo y la lucha contra la pobreza.