La alcaldesa de Rioblanco ha decidido romper el silencio confirmando que sí ha aumentado la presencia de grupos armados organizados en esta zona y a su vez ha sido víctima de constantes amenazas.
Ante la difícil situación de orden público que afronta este municipio en el sur del departamento, las autoridades aseguran que tienen la situación bajo control y que los enfrentamientos son normales dentro de los operativos que se realizan para garantizar elecciones seguras en el Tolima.
Sin embargo, quien no había realizado un pronunciamiento oficial era la mandataria Elizabeth Barbosa, quien decidió guardar silencio desde el último enfrentamiento, considerando su salida del municipio por motivos de seguridad. Finalmente, la alcaldesa ha decidido romper su silencio y expresar su tristeza ante la situación que afronta Rioblanco, que no se veía expuesto a estas disidencias desde la firma del acuerdo de paz.
En sus palabras, relató: «Después de la firma de los acuerdos de paz, no habíamos tenido que escuchar la detonación de esas balas. Esto no ocurría desde hace mucho tiempo y espero que no vuelva a suceder. Ahora estoy aquí en Ibagué, lo que me obligará a tener algunas restricciones en mis desplazamientos.»
También señaló que durante el último año ha aumentado la presencia de estos guerrilleros en esta zona del departamento, se han presentado más asesinatos y una serie de elementos que han perturbado la tranquilidad del territorio. Además, se ha visto inmersa en amenazas por parte de distintos actores políticos y delincuenciales, los cuales ya están siendo investigados.
Frente a este grave problema de orden público, la burgomaestre resaltó que seguirá visitando el municipio, no abandonará sus actividades y labores a pesar de los riesgos que presenta actualmente.
«No puedo huir de una situación como esta; tengo que trabajar. Creo que mañana o el lunes se está definiendo la posibilidad de que estos grupos al margen de la ley puedan sentarse con el gobierno nacional, esperando que se pueda realizar un diálogo de paz y no recurrir a la violencia», expresó Elizabeth.
Por ahora, ha informado que trabajará de manera alterna entre Ibagué y Bogotá para salvaguardar su seguridad, siguiendo las indicaciones de la Defensoría del Pueblo, teniendo en cuenta que la mandataria es víctima del conflicto armado.
La seguridad de la alcaldesa es el eje principal, ya que no es la primera vez que denuncia ante las autoridades este tipo de intimidaciones, y se ve aún más en peligro debido a la situación de orden público que atraviesa su municipio.
«Tengo medidas extremas de seguridad, porque fue muy coincidental; fueron situaciones muy difíciles. Efectivamente, me sacaron en helicóptero con el herido que estaba en circunstancias muy difíciles», relató la mandataria.
Por último, entre lágrimas, fue enfática en que continuará trabajando en el territorio, quizás no visitándolo con la misma frecuencia y con medidas extremas de seguridad. No obstante, en caso de que la situación no mejore, será Bogotá la ciudad donde la alcaldesa se radicará.