Los colombianos muestran una marcada falta de interés en adquirir viviendas y vehículos, según revela una nueva medición realizada por Fedesarrollo, que arroja preocupantes datos sobre la percepción de estabilidad económica en el país.
A pesar de que la confianza del consumidor ha mostrado una leve mejora en comparación con el mes de agosto, se mantiene en un balance negativo del -17,9 %. Esta falta de confianza no augura un panorama alentador para la compra de automóviles o propiedades residenciales.
La incertidumbre en torno al futuro de la economía del país parece ser un factor determinante en esta tendencia. Los colombianos están optando por un enfoque de gastos más conservador y evitan la asunción de deudas considerables al adquirir viviendas o vehículos.
Específicamente en lo que respecta a la compra de viviendas, la disposición a hacerlo se contrajo en aproximadamente 10,2 puntos porcentuales con respecto al mes anterior. Este retroceso es evidente en todas las ciudades analizadas en comparación con agosto de 2023.
Según el informe, «Al analizar por nivel socioeconómico, se observa que en septiembre la disposición a comprar vivienda disminuyó 11,2 pps y 10,8 pps en los niveles socioeconómicos bajo y medio, respectivamente. Por su parte, en el nivel socioeconómico alto se observó un incremento de 6,3 pps en relación al mes anterior.»
La situación es igualmente desalentadora cuando se trata de la compra de vehículos. En septiembre, la disposición a comprar un automóvil registró un balance de -59,4 %, lo que representa una disminución de 7,0 puntos porcentuales con respecto al mes anterior.
Sin embargo, se observa un contraste en la disposición de los colombianos para adquirir bienes duraderos como muebles y electrodomésticos, donde se evidenció un aumento de 5,5 puntos porcentuales en comparación con agosto de 2023.
La incertidumbre económica, la inflación y otros factores parecen estar influyendo en la toma de decisiones financieras de los colombianos, que optan por ser más cautelosos en sus inversiones a largo plazo, como la compra de viviendas y vehículos, en medio de un contexto económico incierto.