El juez de conocimiento, en su lectura de fallo, reiteró la orden de captura en contra del hombre, quien salió en libertad por vencimiento de términos desde septiembre de 2024, y en contra de él continúa un proceso por la tentativa de homicidio del compañero de trabajo de la joven asesinada. Se hace justicia en este caso que consternó a Ibagué, pues la mujer estaba en embarazo
Un año y tres meses después del feminicidio de Stefanny Katherine Bocanegra Murillo, el Juez Cuarto Penal del Circuito condenó a Julián Avellaneda Rojas a 503 meses que equivalen a pasar 41 años y 11 meses de prisión, por este repudiable caso, donde la mujer tenía siete meses de gestación, fue asesinada cuando estaba en su lugar de trabajo en la carrera Primera con calle 14 del Centro de Ibagué.
El togado tomó la decisión, luego que Avellaneda aceptara los cargos de feminicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego o municiones. Además, de 20 años de inhabilitación de ejercicio de derechos y funciones públicas.
El fallo, al cual, de manera exclusiva, estuvo La Voz del Pueblo, no fue apelado por ninguna de las partes y quedó en firme. El juez reiteró la orden de captura en contra de Avellaneda Rojas, quien está en libertad por vencimiento de términos desde septiembre de 2024, y ahora es buscado por las autoridades.
Aunque el abogado de Avellaneda Rojas intentó que le reconocieran el atenuante de ira e intenso dolor, esta solicitud no fue aceptada por el togado, quien precisó que esta debió hacerse en la etapa primaria del caso y solicitar las pruebas pertinentes en la etapa preparatoria de juicio oral.
En este caso hubo una ruptura procesal, por la tentativa de homicidio, de la cual fue víctima el compañero de trabajo de su expareja sentimental, Pablo César García Ruiz, y en este particular, al parecer, irán a juicio oral.
Julián Avellaneda Rojas fue capturado el sábado 24 de febrero, el sujeto, y así lo evidenciaron las grabaciones de las cámaras de seguridad, llegó a la salsamentaria Distririco y Más de la calle 14 con carrera Primera del Centro de Ibagué, en este lugar el sujeto laboró durante un tiempo como mensajero, pero salió hace dos años por la pérdida de un dinero.
En las grabaciones, señaló la Fiscalía, se observa cuando el sujeto da diferentes vueltas por el local, hasta que ingresa con un arma de fuego en su mano derecha. Allí habla con Katherine, la toma del brazo, la encuelló e ingresó a la fuerza al establecimiento comercial. Ya dentro del lugar le disparó en diferentes oportunidades. Según información extraoficial, el sujeto impactó en tres oportunidades la barriga donde estaba su bebé de siete meses de gestación.

En este establecimiento estaba Pablo César García Ruiz, de 45 años de edad, quien intentó defender a la mujer y recibió dos impactos en el brazo izquierdo. La policía fue avisada y al sitio
llegó el Cuadrante Cuatro, cuyos policías, al llegar, el sujeto los intimidó con el arma de fuego e incluso disparó.
Los uniformados intentaron persuadirlo, pero el sujeto los amenazó y dijo que se iba a quitar la vida. Al lugar llegó uno de los hermanos de Avellaneda Rojas, de 37 años de edad, quien no logró convencerlo.
Así que los policías entraron al lugar por la bodega, encontraron a Pablo César García Ruiz, herido, y lo llevaron a la Clínica Tolima. Pidieron refuerzos y, en su accionar, lograron detener al hombre, e incautarle el revólver Smith & Wesson, calibre 38 largo, con seis cartuchos, cinco de ellos percutidos, le embalaron sus manos y fue llevado a la estación de policía debido a que la comunidad lo quería linchar.

Entretanto, los uniformados se percataron de la mujer herida, quien estaba en el suelo, con un lago hemático en la cabeza, detrás de una vitrina, a quien llevaron, en el vehículo de la Policía, a la Clínica Tolima, donde, 10 minutos después, señalaron que había fallecido.
En la audiencia en febrero la Fiscalía reveló que la mujer se había cansado de la relación de Avellaneda Rojas porque él era quien manejaba el dinero que ella ganaba, se hizo adicto a las apuestas deportivas y el dinero no le alcanzaba, lo buscaban los cobradores ‘gota a gota’ y sacaba créditos a nombre de Estéfany Katherine.
Aunque el abogado defensor de Avellaneda Rojas intentó demostrar que su defendido tenía problemas psicológicos y que fuera internado en un centro psiquiátrico, el Juez desestimó tal argumentación, señalando que su procurado mostró un desprecio por la vida y por su excompañera sentimental.

Hecho lo que habría demostrado, comprando un arma de fuego, se enfrentó a los policías, hirió a un tercero que intentó intervenir y tuvo tiempo de planear su ataque.
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