La Casa Blanca ha confirmado este jueves un endurecimiento significativo en la postura de Donald Trump contra China, al anunciar que los aranceles aplicados a productos provenientes de este país alcanzan ahora un total del 145 %. Este incremento fue formalizado a través de un decreto presidencial que modifica las tarifas previamente anunciadas por el mandatario republicano el miércoles.
El nuevo aumento del 125 %, que se suma a un arancel del 20 % ya vigente desde marzo, se implementó como parte de la lucha contra el tráfico de fentanilo. Según el Gobierno estadounidense, estas medidas tienen como objetivo frenar la entrada de productos relacionados, directa o indirectamente, con esta problemática.
La administración de Trump justifica esta estrategia como parte de un plan más amplio para proteger la industria nacional y ejercer presión sobre el gigante asiático en cuestiones económicas y de salud pública. En respuesta, China ya había implementado aranceles similares del 104 %.
El decreto también incluye una tregua de 90 días para otros países, que no verán nuevos impuestos mientras se llevan a cabo negociaciones. Sin embargo, China queda excluida de esta excepción, ya que Trump argumenta que Pekín ha mostrado una “falta de respeto a los mercados”.
Estas nuevas medidas han generado incertidumbre en el ámbito global sobre el comercio y han reavivado las tensiones entre las dos principales economías del mundo. La reciente ronda de aranceles podría tener un impacto significativo en sectores clave y alterar los flujos de importación y exportación.