La mujer afirma que nunca había visto un revólver apuntarle a menos de 50 centímetros de distancia.
En diálogo con el Noticiero del Pueblo, Luz Helena García Cabello, voluntaria de las Brigadas Púrpuras y vinculada en trabajo social con la Liga Contra el Cáncer en Ibagué, relató los momentos que vivió al borde de la muerte cuando regresaba a su residencia en la noche del martes 25 de febrero.
Desde su vivienda en el conjunto residencial Malaka, la señora Luz recordó que se encontraba regresando en la moto de su yerno a descansar luego de compartir en una cena con él y su hija, quien también iba delante de ellos en otra moto, cuando llegar a la entrada de las torres, sobre la avenida Ambalá, vieron como un sujeto en un carro a alta velocidad siguió la misma ruta, por lo que al ingresar casi atropella a su hija.
Al notar esto, el conductor de la moto en la que ella iba, aceleró, alcanzó el vehículo y en pleno movimiento le reclamó al ocupante por lo ocurrido, ante lo cual esta persona bajó el vidrio del rodante y disparó con un revólver en contra de estas dos personas.
Uno de los impactos dio en las farolas de la motocicleta, posteriormente, los acorraló y los hizo caer. Quedando ella inconsciente y debajo de la moto.
Afirma que el relato de los testigos, manifiestan que después de esto, el conductor del carro pasa por encima de la moto y en ese momento de manera rápida, antes de este acto que podría haberle costado la vida, su yerno la saca de debajo de la misma, por lo que solo sufrió golpes en distintas partes de su cuerpo.
Momentos después, el agresor, quien ya está identificado, trató de atropellar al compañero sentimental de su hija y realizó varios disparos, este acorde a lo que le comentaron después que recuperó la conciencia.
Afirma Luz Helena, que, aunque este tipo de cosas no se deben pasar por alto, si desea poder hablar con el responsable de este episodio, poder estrechar su mano y cerrar, por lo menos, desde su punto de vista este capítulo.
Indica que, aunque estuvo en riesgo su vida, esto en lugar de intimidarla la motivó para seguir adelante en su labor social, misma que desarrolla desde hace más de dos años en esta ciudad.