Un paro armado decretado por el ELN mantiene confinados a 50.000 habitantes de cinco municipios en Chocó, en medio de una creciente confrontación con el Clan del Golfo.
Desde el 11 de agosto, el Frente de Guerra Occidental del ELN impuso un paro armado indefinido en cinco municipios de Chocó, afectando a unas 50.000 personas. La gobernadora del departamento, Nubia Carolina Córdoba, informó que los pobladores, que habitan principalmente cerca de los ríos San Juan, Sipí y Cajón, viven en constante miedo y zozobra, lo que ha paralizado completamente la movilidad en la región.
La guerrilla justificó el paro armado como una medida en su enfrentamiento con el Clan del Golfo, lo que ha incrementado la tensión en la zona. Además, la gobernadora Córdoba advirtió sobre la instalación de minas antipersonales por parte de los grupos armados, lo que agrava aún más la situación de inseguridad.
En respuesta a la crisis, se llevó a cabo un consejo de seguridad el pasado domingo, donde se decidió desplegar 5,000 oficiales en puntos estratégicos del departamento. Adicionalmente, se enviarán cien soldados del Ejército y de la Armada para reforzar la seguridad y la presencia institucional en la región afectada, mientras la tregua con el ELN, vencida desde el 3 de agosto, sigue sin visos de prórroga.
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