Un testigo presencial describió los momentos angustiantes posteriores al atentado contra Elmer Fernández, director de la cárcel La Modelo en Bogotá, narrando cómo el conductor del INPEC, acompañante de Fernández, solicitó desesperadamente ayuda tras el violento ataque.
El atentado, ocurrido en la intersección de la carrera 30 con calle 80, dejó a Fernández, un coronel retirado, sin vida mientras se desplazaba en un automóvil desprovisto de blindaje. Según las primeras investigaciones, el crimen podría haber sido ordenado por un recluso identificado como ‘Pedro Pluma’.
Un comerciante que fue testigo del suceso relató cómo el conductor del INPEC, visiblemente afectado, solicitó auxilio tras el ataque. «Fue muy impactante verlo en ese estado de shock», expresó el testigo. El conductor, entre lágrimas, buscaba refugio y desconfiaba de su entorno, pidiendo ayuda para resguardarse ante la presencia de numerosas motocicletas en el lugar.
El testigo describió la escena como caótica, con el conductor del INPEC realizando múltiples llamadas en busca de asistencia mientras esperaba la llegada de la Policía. La desesperación aumentaba ante la falta de respuesta inmediata, hasta que finalmente llegó el subdirector de la cárcel, confirmando el fallecimiento de Fernández y desatando muestras de dolor y desconsuelo entre los presentes.
La tragedia desencadenada por el atentado contra el director de La Modelo dejó una escena de profunda conmoción y desesperación, evidenciando el impacto emocional en aquellos que presenciaron los dramáticos acontecimientos.