La decisión se tomó tras conocerse los lineamientos entregados por el Gobierno Departamental y el notorio incremento en el número de incendios forestales en la ciudad.
Así se dio a conocer en la tarde este jueves, cuando el Gobierno Departamental declaró al Tolima en alerta naranja y cada municipio debe tomar la decisión que permita continuar con la atención de esta declaratoria y al constatar el caso, se ratificó que en la ciudad, la situación también es crítica.
En Ibagué, los bomberos han tenido que acudir a atender diferentes situaciones de emergencia por llamados de la ciudadanía y en total son 41 las conflagraciones controladas en los últimos días, lo que llevó a sumarse a la declaratoria.
“Estas alertas invitan y motivan a la comunidad ibaguereña a ser parte de todas las estrategias de prevención frente al abastecimiento de agua potable”, expresó la Alcaldesa de Ibagué.
Para la capital tolimense la situación resulta muy compleja, en razón a que los ríos de la ciudad están bajando considerablemente en su caudal y el agua comienza a escasear, por lo que se mantiene la alerta amarilla en materia del recurso hídrico de la ciudad y se ordenó intensificar el monitoreo, especialmente en las tres bocatomas que abastecen a la capital tolimense, al tiempo que se anunció la implementación de tanques de almacenamiento en los barrios más afectados por la reducción del servicio de agua.