El Sacerdote asegura que la Policía es negligente y la comunidad indiferente frente a la delincuencia.
Por sexta vez en menos de dos meses, los delincuentes se metieron a la iglesia del barrio Ricaurte y el padre, Aldemar Durán asegura que las últimas semanas prácticamente no pudo dormir, sino dedicarse a cuidar la parroquia para evitar de ser víctima de la delincuencia que encontró en la casa de Dios de este sector de Ibagué, el lugar para desvararse de sus necesidades económicas.
El Sacerdote de la iglesia del Inmaculado Corazón de María dio a conocer que los ladrones prácticamente están viviendo allí y expresó su molestia por la falta de acciones concretas de la Policía en Ibagué que pese a reiterados llamados para hacer una presencia constante y patrullajes que alejen a los ladrones, reinan por su ausencia y cuando se han metido, se tardan hasta media hora en llegar cuando el CAI está a penas dos cuadras.
“La idea mía es que como la policía ya no funciona llamándolos, usar los medios de comunicación a ver si al menos por vergüenza nos ayudan. Es muy triste, es la sexta vez que se meten desde antes de navidad y llama uno y se demoran 30 minutos en llegar y llega otro cuadrante de otro sector porque el del Ricaurte no funciona”, aseguró el padre Aldemar.
Según el religioso, en el Ricaurte reina la drogadicción, el microtráfico, la delincuencia y la comunidad es indiferente y la Policía inoperante.
“Le hemos mostrado a la Policía, han ido, han mirado; si si padre lo vamos a ayudar, vamos a estar pendiente y hace 10 días también se nos voló un ladrón que estábamos persiguiendo por un lote que es de la Alcaldía y no lo limpian siquiera y la Policía vino y no se bajaron de la moto siquiera, entonces ¿cómo se siente uno? Uno se siente desprotegido porque si no lo cuida la policía entonces, ¿quién lo cuida?”, puntualizó el Sacerdote.