Una mano de obra más cara elevaría los costos de producción, generando un efecto inflacionario.
Por esta época del año, uno de los temas que toma gran relevancia en el país entero, va de cuenta de los acuerdos que se dictan sobre el aumento del salario mínimo.
Si bien, muchas personas tienen la percepción de que un gran aumento significaría un incremento en la calidad de vida de las personas que devengan este sueldo, la verdad es que esto traería otro tipo de consecuencias.
“Un salario mínimo que sobrepase de manera exorbitante, como el que se está proponiendo las centrales obreras, es preocupante”, sostuvo el presidente del Comité de Gremios Económicos, Efraín Valencia Andrade.
El líder gremial sostuvo que cuando se sube un salario de una manera exagerada, en términos empresariales, incrementaría los costos de producción de productos y servicios, propiciando a su vez el aumento en los precios de cara al público e impulsando la inflación.
El dirigente recalcó que el incremento no debería superar el 11%, ya que cada punto que se supere con base a la inflación genera pérdidas millonarias.
“Un salario mínimo sobre el 10% es más que suficiente, el ministro de Hacienda muy prudente habló que podría estar por el 11%, porque él sabe que cada punto por encima de la inflación le cuesta a la nación $1.5 billones a la nación, por eso es el llamado a tomar una decisión moderada, coherente, acorde a lo que está sucediendo”.
Por último, expuso que “la cifra debe ser entre un 10% a un 11% tiene que ser una cifra moderada y eso que siendo respetuoso de los análisis que termine la inflación”.