En un hecho que ha generado profunda indignación entre los habitantes de Chaparral, fue reportado el robo de la sagrada imagen de la Virgen del Carmen ubicada en el sector de Bulucá, punto emblemático de devoción para conductores y viajeros que encomendaban sus viajes allí antes de tomar carretera.
El suceso, que ha sacudido a la comunidad, fue denunciado por quienes observaron con tristeza cómo individuos desconocidos violaron la reja metálica que protegía la figura religiosa y se llevaron la imagen, dejando un vacío espiritual en un sitio de plegaria y protección.
“Ese lugar no era una simple escultura; era nuestro punto de encuentro con la Virgen antes de salir a la carretera. La sentimos desaparecida y junto con ella nuestras plegarias y peticiones” comentan algunos feligreses, visiblemente afectados, subrayan que la pieza carece de valor económico; lo que se han llevado es la fe y la esperanza de muchos.
La Virgen del Carmen ocupa un lugar especial en el imaginario religioso colombiano. Reconocida como la patrona de los conductores, cada día muchos se detienen ante su imagen en las carreteras para elevar una plegaria antes de continuar su trayecto. Esta devoción no solo es simbólica, sino también profundamente emocional y tradicional
Para la comunidad de Chaparral, particularmente en el sector de Bulucá, este altar improvisado se había convertido en un referente de protección y devoción. Su desaparición ha encendido una ola de llamados para que quien la haya sustraído, en el ánimo de la fe que profesamos, la devuelva. Sus vecinos insisten: no pedimos justicia material, pedimos que regresen lo que nunca fue objeto de comercio, sino de esperanza.











