Una oscura historia envuelve a la secta satánica conocida como “Los Carneros”, cuyos miembros han sido señalados como responsables del brutal asesinato del niño Maximiliano Tabares. Las acusaciones incluyen violaciones a animales, torturas y una insaciable búsqueda de oro. Los sobrevivientes han relatado experiencias aterradoras que han vivido en el infierno de esta organización clandestina.
El cuerpo sin vida de Maximiliano fue encontrado un mes después del crimen. Durante todo el juicio, los familiares del pequeño guardaron silencio, sosteniendo que lo habían enviado a comprar unas arepas. Sin embargo, la verdad detrás de su desaparición es mucho más siniestra.
Los Carneros, una secta dedicada a la búsqueda obsesiva de oro en las montañas de Antioquia, ha sido denunciada por sus prácticas aberrantes. Los miembros afirman haber sido forzados a cometer actos atroces: violar animales, caminar desnudos al aire libre, infligirse heridas con sopletes, participar en orgías públicas y soportar golpizas brutales. Todo esto, según ellos, en busca de una “guaca” que supuestos indígenas escondieron en la tierra.
El líder de esta banda criminal, Fabio Andrés Carmona Ramírez, recientemente condenado a 51 años de prisión, se entregaba a espíritus del más allá para obtener información sobre la ubicación de tesoros ocultos. La oscuridad y la violencia que rodean a Los Carneros han dejado una marca indeleble en la región.