Las hormigas culonas, un aperitivo tradicional de la región de Santander en Colombia, han sido catalogadas como uno de los 100 peores platos del mundo, según una guía gastronómica internacional. Este peculiar manjar se ubica en el puesto número 34 de la lista, con una valoración de 2.6 sobre 5, siendo el número 1 el peor calificado.
Estas hormigas son cosechadas durante la temporada de apareamiento, entre abril y mayo, cuando las hembras salen de sus nidos. Son recolectadas por su alto contenido proteico, grasas, vitaminas y minerales, que las convierten en una fuente nutricional importante, especialmente para las comunidades indígenas guane, donde esta práctica tiene raíces ancestrales.
A pesar de su valor nutricional, las hormigas culonas son controvertidas en Colombia. Muchos no se atreven a probarlas, y quienes lo hacen a menudo las describen como amargas. Sin embargo, son un plato emblemático de la región y se pueden encontrar fácilmente en diversas presentaciones, desde paquetes vendidos en las calles hasta platos exclusivos en restaurantes.
Aunque su inclusión en la lista de los peores platos del mundo puede ser decepcionante para algunos, para otros representa un desafío a los estándares convencionales de la gastronomía, mostrando la diversidad y singularidad de las tradiciones culinarias colombianas.