A partir del próximo primero de noviembre, un nuevo y controvertido impuesto se instaurará en Colombia, afectando directamente a los alimentos ultraprocesados y generando preocupación en los consumidores de todo el país.
Este impuesto, conocido como el «Impuesto Saludable», es una de las disposiciones más controvertidas de la reforma tributaria impulsada por Gustavo Petro, y busca gravar fuertemente aquellos alimentos que se consideran perjudiciales para la salud. Entre los productos que se verán afectados se encuentran embutidos, salchichas, confitería, productos de panadería, chocolates, galletas, helados, mermeladas y muchos otros alimentos ampliamente consumidos en Colombia.
La medida será implementada de manera progresiva, con un aumento del 10 % en el impuesto para el resto de 2023, un 15 % en 2024 y finalmente un 20 % en 2025, según lo informado por el diario La República.
Para comprender el impacto real de esta medida en el bolsillo de los consumidores, tomemos un ejemplo concreto: un paquete de salchichas que actualmente tiene un precio de 10.000 pesos podría aumentar a 12.000 pesos en dos años, según cálculos de dicho medio.
Este aumento en el costo de alimentos ultraprocesados tendrá un impacto significativo en las familias de clase media y baja en Colombia, quienes paradójicamente son las que más consumen estos productos. Joseph Dacarett, gerente de la empresa Frigorífico de la Costa, señaló: «Salsas de tomate, mayonesa, mostaza, mermelada de fresa. Hablamos de cualquier producto que consume una familia de clase media y baja en el día a día.»
El objetivo detrás de esta medida es fomentar una alimentación más saludable y reducir las tasas de enfermedades relacionadas con la dieta, como la obesidad y la diabetes. Sin embargo, la medida plantea desafíos financieros significativos para las familias colombianas, lo que ha generado un debate sobre la efectividad de esta estrategia y su impacto en la economía doméstica. Con la implementación del Impuesto Saludable, los consumidores colombianos deberán reconsiderar sus elecciones alimenticias y prepararse para un gasto adicional en sus alimentos procesados preferidos.











