La comunidad abucheó y chifló a la Gerente del Ibal y sus funcionarios por las reiteradas promesas incumplidas a la comuna 9 de Ibagué.
Los habitantes del conjunto residencial Yarumo y los demás que conforman la urbanización Arboleda Campestre, realizaron el encuentro que tenían previsto con la Alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, pero para ellos la solución resultó peor que la enfermedad, porque al final de hora y media de reunión, la mandataria se fue del sitio en medio de abucheos y no hubo ningún tipo de solución.
Según los líderes de la convocatoria y las protestas de las últimas semanas por falta de agua en la comuna 9 y especialmente en esta ciudadela habitacional, la reunión que se realizó este lunes 26 de febrero terminó en que les tomaron del pelo, porque la Alcaldesa los puso a esperar una hora para llegar a la cita, pactada para las 6:30 de la tarde y llegó a las 7:30 de la noche, pero además, no atendió ninguno de los requerimientos de la ciudadanía.
Este sector de Ibagué, donde se ha denunciado reiteradamente que llevan años padeciendo de sed porque el agua no llega en abundancia y en forma constante a este y otros barrios, tenían la esperanza de que la Alcaldesa de Ibagué conociera su situación, pero tras exponer lo que allí sucede nada pasó.
“Escucharon nuestras intervenciones, personas con el conocimiento de la problemática, ingenieros, veedurías y otros líderes de la arboleda y de los barrios de la comuna 9 como Picaleña, Comfenalco, entre otros. Ella se levantó y dijo que si fuera por ella no estaríamos sufriendo por agua, pero pidió que la entendiéramos porque era un problema que le había tocado a ella de hace años, pero le mostramos a la Alcaldesa que la gerente del Ibal firma disponibilidades de agua cuando aquí no hay y no dio respuesta a eso”, aseguró Edna Castro veedora de servicios públicos y residente en el conjunto Yarumo.
La mayor molestia de la comunidad se dio cuando esperaban que la Mandataria de los ibaguereños firmará un acta de compromisos con acciones claras y contundentes pero el esquema de seguridad la retiró del lugar.
“Cuando llegó el momento de hacer los compromisos con los habitantes de la arboleda del campestre, la Señora con su cordón de seguridad, se fue y se subió a la camioneta y nos dejó con la palabra en la boca, con los compromisos en el papel y no firmó”, aseguró la Veedora Ciudadana.
Ante esta falta de interés por solucionar los problemas de este sector, la comunidad analiza la posibilidad de volver a protestar porque siguen teniendo problemas de agua, a pesar de los anuncios de garantizar el suministro del preciado líquido con la estrategia de regulación y de tener una tutela que ordena cumplir con su obligación de entregar agua constante, abundante y de buena calidad.