En un caso sorprendente en Turín, Italia, un hombre condenado a 30 años de prisión por el asesinato de su novia ha evitado la cárcel debido a su estado de obesidad extrema. Dimitri Fricano, de 35 años, quien acabó con la vida de Erika Preti en 2017, seguirá cumpliendo su condena bajo arresto domiciliario, según la decisión de un Tribunal en Turín.
La decisión se basa en el argumento de que el estado de salud de Fricano, que actualmente pesa 200 kilogramos, no es «compatible con el régimen penitenciario». Según sus abogados, su peso ha aumentado de 120 a 200 kilos desde que ingresó a la cárcel, lo que ha resultado en dificultades para caminar y la imposibilidad de seguir una dieta adecuada, lo que representa un riesgo cardiovascular.
Los defensores del condenado argumentaron que la cocina penitenciaria no puede proporcionar comidas bajas en calorías, lo que dificulta el seguimiento de la dieta recomendada. Además, el tribunal señaló que la prisión de La Valeta en Turín presenta barreras arquitectónicas incompatibles con las condiciones de salud de Fricano.
El tribunal de control expresó que en su hogar, Fricano podrá recibir una mejor atención, asistido por familiares y amigos, para todas sus necesidades diarias.
El homicidio tuvo lugar durante unas vacaciones en la isla de Cerdeña en 2017, y Fricano inicialmente alegó que fue el resultado de un intento de robo que salió mal. Sin embargo, los investigadores nunca creyeron su versión. Después de aproximadamente un mes, Fricano se presentó en la fiscalía de Biella para confesar el asesinato, que según él, ocurrió durante una acalorada discusión en la casa de vacaciones.
A pesar de la condena de 30 años impuesta por el Tribunal Supremo en abril de 2022, la nueva decisión permite que Dimitri Fricano cumpla su pena en arresto domiciliario, generando indignación y debate sobre la equidad y las prioridades del sistema judicial en casos de esta naturaleza.