Setenta años después, las familias mantienen la esperanza de encontrar y despedir dignamente a sus seres queridos desaparecidos
La intervención que adelanta la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en el cementerio San Juan Bautista de Chaparral ha reabierto la historia de la masacre de La Siberia, ocurrida en 1956. Setenta años después, las familias mantienen la esperanza de encontrar y despedir dignamente a sus seres queridos desaparecidos. En este camposanto del sur del Tolima se busca a personas desaparecidas en zonas rurales de Chaparral, Planadas, Rioblanco, San Antonio, Ataco, Roncesvalles y Coyaima.
“La muerte de tres soldados a manos de grupos ilegales desencadenó el asesinato de más de 300 personas por parte del Estado. Era abril, plena época de la recolección de café, cuando llegaron a la vereda a fusilar sin piedad”, así recuerda don Pedro Joaquín Cocomá, un hombre de casi 80 años la masacre de la Siberia en la que desaparecieron a su hermano Valeriano Cocomá y a su tío Domingo Gutiérrez.
Era la primera vez que disparaban de forma indiscriminada contra sus familiares, una escena apocalíptica para un niño que apenas tenía 11 años. “Luego del hecho, la orden de la autoridad local de ese entonces que era militar, fue quitar la vida a 100 civiles por cada uniformado, por eso, se hizo un despliegue en veredas como Santo Domingo y La Siberia”, cuenta don Pedro de manera enérgica, mientras sus manos tratan de explicar lo sucedido.

Don Pedro Cocomá, durante el diálogo de orientación y fortalecimiento con el equipo investigador y forense de la UBPD Tolima en mayo de 2023.
Don Pedro Cocomá, durante el diálogo de orientación y fortalecimiento con el equipo investigador y forense de la UBPD Tolima en mayo de 2023.
Acompañado de su particular sombrero, su hija y esposa, quien también perdió a su padre en este hecho, don Pedro se acercó a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en el 2021 remitido por la Personería de Chaparral. Desde entonces, no ha faltado a ningún diálogo colectivo, jornadas de tomas de muestras masivas y su voz ha sonado tan fuerte que ha permitido que otras personas mayores se acerquen a participar en el proceso de la búsqueda sumando a las familias Méndez, Moreno, Barreto y Sánchez.
Todos tienen un solo propósito, aliviar su sufrimiento y darles una sepultura digna a sus parientes desaparecidos que posiblemente se encuentran inhumados en el cementerio San Juan Bautista de Chaparral.

Don Pedro Cocomá y su esposa, Irma Gutiérrez, acompañados de su hija y otros familiares. También don Benicio Pérez, buscador de su padre desaparecido en Calarma en hechos ocurridos en el mismo contexto que el de La Siberia.










