El triunfo, celebrado en la capital Praia, marcó un hecho sin precedentes para el pequeño archipiélago africano de poco más de 525.000 habitantes, que superó al favorito Camerún y se convirtió en una de las sorpresas del proceso clasificatorio rumbo a Norteamérica 2026.
Con este logro, Cabo Verde se une a Marruecos, Túnez, Argelia, Egipto y Ghana, selecciones ya clasificadas por el continente africano. Además, compartirá el privilegio de debutar en la Copa del Mundo junto a Jordania y Uzbekistán, países que también alcanzaron su primera clasificación en esta edición ampliada del torneo a 48 equipos.
El gobierno caboverdiano decretó medio día libre para que los ciudadanos pudieran celebrar el histórico paso de “los Tiburones Azules”, como se conoce a la selección nacional. Las calles de Praia se llenaron de banderas, música y emoción, en una jornada que quedará grabada en la memoria colectiva del país.
En el partido decisivo, Dailon Livramento abrió el marcador al minuto 48, Willy Semedo amplió la ventaja seis minutos después y, sobre el cierre, el veterano Ianique “Stopira” Tavares selló el 3-0 definitivo, desatando la euforia en el estadio y en todo el país.
Cabo Verde, que pertenece a la FIFA desde 1986, pasó de ser una selección sin títulos continentales a una de las grandes revelaciones del fútbol africano. Su clasificación demuestra que, incluso en las islas más pequeñas, el sueño mundialista también es posible.











