Tras dos años de guerra, Israel y Hamás firmaron en Egipto la primera fase de un acuerdo de alto al fuego que busca poner fin a una de las crisis más devastadoras del siglo. El pacto incluye la liberación de 20 rehenes israelíes y 2.000 presos palestinos, además del ingreso de ayuda humanitaria a Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó que todas las partes firmaron la versión final del acuerdo, mediado por Estados Unidos, Catar y Turquía. Se espera que el alto al fuego comience en las próximas 24 horas, una vez el gabinete de seguridad israelí dé su aprobación.
En Gaza, miles de personas salieron a las calles a celebrar el anuncio, mientras que en Tel Aviv, familiares de los rehenes lloraban y se abrazaban con esperanza.
El presidente estadounidense Donald Trump, autor del plan de paz de 20 puntos, anunció que viajará este domingo a Israel y pidió que este sea el primer paso hacia “una paz fuerte, duradera y eterna”.
El acuerdo contempla además la entrada diaria de al menos 400 camiones de ayuda humanitaria a Gaza durante los primeros días del alto al fuego. Sin embargo, continúan los bombardeos en algunas zonas y persiste la incertidumbre sobre quién gobernará el territorio tras la guerra.
Con este pacto, Israel se compromete a iniciar el repliegue de sus tropas en la Franja, mientras se espera la liberación gradual de los secuestrados.
El primer ministro Netanyahu calificó el día como “un gran paso para Israel” y aseguró que Trump merece el Premio Nobel de la Paz.











