La Corte Suprema de Estados Unidos encendió las alarmas al autorizar la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 300 mil venezolanos, una decisión que deja a miles de familias al borde de la deportación y en medio de la incertidumbre migratoria más grande de los últimos años.
El fallo judicial deja sin protección migratoria a cientos de miles de personas que viven, trabajan y pagan impuestos en Estados Unidos. Según la organización Venezuelan American Caucus, el impacto real podría alcanzar a más de 600 mil migrantes, ya que muchos dependen de este estatus para evitar la deportación o acceder a permisos laborales.
Adelys Ferro, fundadora de la organización, calificó la decisión como “injusta y profundamente política”, y advirtió que se están evaluando nuevos recursos legales para evitar una crisis humanitaria.
El TPS fue implementado durante el gobierno de Joe Biden como una medida humanitaria para quienes huyeron de la crisis en Venezuela. Sin embargo, el fallo reabre un capítulo de incertidumbre que podría afectar a miles de familias con hijos nacidos en Estados Unidos.
Ferro aseguró que, pese a esta adversidad, los venezolanos mantendrán su compromiso con el cambio democrático en su país:
“La lucha por la libertad de Venezuela no termina, aunque hoy muchos teman perder su hogar en el exilio.”











