Las principales centrales obreras de Colombia, lideradas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), han anunciado un paro nacional de 48 horas que se realizará los días 28 y 29 de mayo, en medio de una escalada de tensión política y social. La decisión fue comunicada durante la Cumbre Social, Política y Popular, como una medida de presión ante el hundimiento de la consulta popular propuesta por el Gobierno y en respaldo a una nueva iniciativa legislativa.
El presidente de la CUT, Fabio Arias, fue el encargado de oficializar la convocatoria, señalando que la movilización busca presionar al Congreso para que apruebe la reforma laboral antes del 20 de junio, fecha límite para su trámite legislativo. Arias afirmó que la movilización forma parte de las tareas estratégicas del movimiento social, junto con la huelga general y el fortalecimiento del poder popular. “Esta coyuntura es un momento crucial para canalizar la indignación creciente del pueblo colombiano”, expresó.
Arias explicó que la consulta popular presentada por el Gobierno fue hundida en el Senado, lo que para los movimientos sociales representa un “desconocimiento del clamor popular”. Por ello, las protestas buscan no solo rechazar el archivo de la iniciativa, sino también exigir una reforma laboral justa y participativa, construida con la ciudadanía.
El dirigente sindical subrayó que la protesta será descentralizada y contará con acciones coordinadas en distintas regiones del país, con especial énfasis en la presión sobre la Comisión Cuarta del Congreso, donde actualmente se discute la reforma laboral. “El Congreso tiene hasta el 20 de junio para decidir, y después de esa fecha no habrá más sesiones extraordinarias ni alternativas legislativas”, advirtió Arias.
Enfatizó que el movimiento sindical no permitirá que el pueblo sea silenciado y que seguirán movilizándose durante todo el mes, reafirmando la legitimidad de la ciudadanía para exigir cambios profundos en las reformas sociales.
Además del paro de mayo, la CUT anunció una segunda jornada de movilización para el 11 de junio, que incluirá caravanas de protesta desde Cali, Medellín, Barranquilla y Bogotá, recorriendo las principales carreteras del país. Arias afirmó que estas caravanas representan una “confrontación muy fuerte con el statu quo político” y buscan mantener la presión social en un momento decisivo para las reformas estructurales en Colombia.
La movilización de finales de mayo y las acciones futuras reflejan el creciente malestar social ante los obstáculos en la aprobación de reformas laborales y sociales, en un contexto donde los movimientos sindicales y sociales buscan garantizar que las demandas del pueblo sean tomadas en cuenta en la agenda legislativa