En una rueda de prensa celebrada en el Vaticano, las autoridades eclesiásticas han divulgado oficialmente las causas que llevaron al fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido en la madrugada de hoy en su residencia en Santa Marta.
El pontífice argentino, de 88 años, murió pocas horas después de participar en la celebración de la Semana Santa, sorprendiendo a millones de fieles en todo el mundo. Tras más de dos semanas en el hospital Gemelli de Roma, en donde parecía haber superado momentos difíciles, su fallecimiento genera un profundo pesar en la comunidad católica y en la humanidad entera.
Detalles sobre las causas de su fallecimiento
Según el comunicado oficial, el Papa Francisco sufrió un derrame cerebral que derivó en una insuficiencia cardiaca irreversible, lo que lo dejó en estado de coma hasta su partida. Las autoridades del Vaticano especificaron que el pontífice presentaba antecedentes de varias condiciones de salud, incluyendo:
- Episodio previo de insuficiencia respiratoria aguda por neumonía multimicrobiana bilateral.
- Bronquiectasias múltiples.
- Hipertensión arterial.
- Diabetes tipo II.
El documento añade que la determinación de la muerte se realizó mediante registro electrocardiográfico tanatográfico, confirmando la irreversibilidad de su estado.
Testamento y últimas voluntades
En línea con las noticias, también se reveló el testamento del Papa Francisco, en el cual expresa su deseo de ser descansado en la Basílica de Santa María la Mayor, confiando su vida y ministerio a la Virgen María:
«Mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal los he confiado siempre a la madre de nuestro Señor, María Santísima. Por tanto, pido que mis restos mortales descansen a la espera del día de la resurrección en la Basílica de Santa María la Mayor.»
Homenaje y velatorio
El Vaticano anunció que el cuerpo del Papa será trasladado a la Basílica de San Pedro para el homenaje de los fieles, probablemente a partir de la mañana del miércoles 23 de abril. El féretro permanecerá abierto durante varios días en la basílica, permitiendo que los seguidores puedan despedirse de su líder espiritual en las honras fúnebres oficiales.
Este acontecimiento marca un momento de profunda reflexión y duelo en todo el mundo, mientras la Iglesia Católica inicia los preparativos para su funeral y la elección de un nuevo pontífice.