En una reciente audiencia, Nicolás Petro, hijo del presidente de Colombia, Gustavo Petro, se declaró inocente de los cargos que enfrenta por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Durante la sesión, que tuvo lugar hoy 13 de enero, Petro Burgos rechazó las acusaciones, afirmando: “Señor juez, no. Yo soy inocente”.
La decisión de no aceptar los cargos sugiere que Nicolás Petro y su equipo legal están listos para avanzar a la etapa de juicio, donde buscarán demostrar su inocencia ante las acusaciones formuladas por la Fiscalía. En esta audiencia preparatoria, la Fiscalía solicitó al juez que acepte las pruebas que, según ellos, respaldarían los cargos contra el hijo del mandatario.
Los cargos imputados a Nicolás Petro se centran en la presunta recepción de 1.053 millones de pesos, los cuales, según la investigación, habrían sido destinados a la campaña presidencial de su padre. Las autoridades alegan que Petro no declaró estos ingresos en su patrimonio y que sus gastos exceden su capacidad adquisitiva como exdiputado del Atlántico.
Si se determina su culpabilidad, Nicolás Petro podría enfrentar una condena de más de 10 años de prisión, especialmente tras renunciar a la posibilidad de llegar a un acuerdo con la Fiscalía. La fiscal general de la Nación, Luz Adriana Camargo, había mencionado anteriormente que se habían realizado acercamientos para explorar un posible preacuerdo, lo que indica la gravedad de la situación legal en la que se encuentra el hijo del presidente.
Con esta declaración de inocencia, Nicolás Petro se prepara para un proceso judicial que podría tener repercusiones significativas tanto en su vida personal como en la imagen del gobierno de su padre. La expectativa sobre el desarrollo de este caso sigue en aumento, a medida que se espera el inicio del juicio.