En un contexto marcado por la incongruencia de ser considerado uno de los países más felices del mundo, Colombia vive una sombría realidad reflejada en la alarmante cifra de 745 feminicidios registrados en lo que va del 2024. En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ONU Mujeres en Colombia hace un llamado urgente a adoptar medidas efectivas para enfrentar esta crisis.
Según el World Happiness Report 2024 de la Universidad de Oxford, Colombia se destaca por su felicidad, un contraste doloroso con la creciente violencia que afecta a las mujeres. Para muchas, salir a la calle se ha convertido en una aventura peligrosa, donde cualquiera de las actividades cotidianas, como caminar solas o aceptar ayuda, puede representar un riesgo fatal.
Las estadísticas no son solo números, sino historias trágicas que evidencian el dolor y la impunidad que enfrentan las familias de las víctimas. Departamentos como Antioquia, Bogotá y Atlántico son los más afectados, con 110, 74 y 66 feminicidios respectivamente, representando la cifra más alta en los últimos siete años.
Bibiana Aido, representante de ONU Mujeres en Colombia, señala con preocupación cómo la violencia ha sido normalizada en la sociedad. “No hay excusas para tolerarla. La eliminación de los feminicidios no es solo una meta, es un deber colectivo”, afirma Aido, resaltando la urgente necesidad de cambiar esta narrativa.
En este sentido, la campaña ÚNETE, impulsada por el Secretario General de la ONU, se vuelve fundamental. Desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre, la iniciativa busca movilizar a la sociedad en una lucha unificada contra la violencia de género, enfatizando la importancia de la prevención y la inversión en educación y justicia para construir un futuro sin violencia.
El desafío es enorme: casi tres mujeres son asesinadas diariamente en el país, lo que posiciona al 2024 como uno de los años más trágicos en términos de violencia machista en dos décadas. A nivel global, la situación es igualmente preocupante, con la ONU reportando que cada 10 minutos una mujer pierde la vida a manos de su pareja o familiar.
La paradoja de un Colombia feliz frente a la cruda realidad de la violencia de género exige una acción colectiva y decidida para sanar esta herida y proteger a las mujeres, quienes merecen vivir en un entorno seguro y libre de violencia.