La primera jornada de protestas del paro camionero generó un caos en la movilidad de Bogotá, afectando miles de personas que quedaron atrapadas en largos bloqueos y desvíos, especialmente en vías como la Avenida Boyacá y la vía a Villavicencio.
Desde el 30 de agosto, los camioneros iniciaron un paro en respuesta al aumento del precio del diésel en Colombia, bloqueando las principales vías de acceso y salida de Bogotá. Uno de los puntos más críticos fue la vía a Villavicencio, bloqueada desde la mañana, lo que ralentizó el tráfico en la Avenida Boyacá y otras arterias principales de la ciudad.
A lo largo del día, los bloqueos se multiplicaron, afectando nueve puntos clave de la ciudad, incluyendo la Autonorte, la calle 80, y la Av. Caracas, generando caos en la movilidad y forzando desvíos en varias rutas del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). Miles de personas vivieron una odisea para regresar a sus hogares, con trancones que se extendieron hasta la madrugada.
El impacto fue tal que algunos estudiantes de colegios en las afueras de Bogotá no pudieron regresar a casa y pasaron la noche en las instituciones. La alcaldía de Chía anunció la suspensión de clases debido a la situación. A pesar del colapso generalizado, aún no se ha llegado a un acuerdo entre el Gobierno Nacional y el gremio de camioneros, y se espera una nueva reunión para intentar resolver la crisis.
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