En su balance de gestión tras dos años de gobierno, el presidente Gustavo Petro admitió que la corrupción ha alcanzado a su administración, al tiempo que destacó la reducción de la pobreza y criticó la deuda adquirida por su predecesor, Iván Duque.
Durante el tradicional discurso del 7 de agosto desde el Puente de Boyacá, el presidente Gustavo Petro centró su mensaje en el valor de las fuerzas armadas. Sin embargo, en una alocución nocturna, Petro reconoció que la corrupción ha afectado a su Gobierno, aunque insistió en que no en la magnitud que sugiere la prensa. Este mea culpa contrasta con su promesa de campaña de hacer de Colombia una “Potencia Mundial de la Vida”.
Petro también aprovechó para resaltar logros, como la reducción de la pobreza en más de 1.6 millones de personas, y defendió la reforma pensional aprobada en el Congreso. A través de redes sociales, el mandatario y sus aliados difundieron cifras y mensajes de respaldo a su gestión, en una estrategia coordinada para destacar sus avances.
El presidente criticó la deuda pública adquirida por el expresidente Iván Duque, calificándola de innecesaria y afirmando que parte de los ingresos de la reforma tributaria de su primer año de gobierno se destinaron al pago de esta deuda. Aunque reconoció que no ha cumplido todas sus promesas, insistió en que su administración ha hecho más de lo que muchos creen, a pesar de las dificultades fiscales.
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